Table of Contents
“En toda guerra, la primera víctima es la verdad”. Esta frase, atribuida al dramaturgo griego Esquilo (525 – 456 a. C.) mantiene vigencia casi 2,500 años después de su muerte. La injusta y agresiva narrativa del presidente norteamericano Donald Trump contra Panamá, basada en eslóganes, consignas y suposiciones, crea incertidumbre y desconfianza, los principales enemigos de las inversiones y la generación de empleo.
Añadiendo al enigma, los puertos cuestionados por el presidente Trump fueron concesionados en 1997, cuando la administración del Canal estaba aún en manos estadounidenses, y el establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Panamá ocurrió en 2017, durante su primer mandato (2017-2021). ¿Qué cambió?
Crecimiento sin confianza
Los ataques del presidente Trump ocurren en medio de una compleja coyuntura, caracterizada por unas frágiles finanzas públicas y un acelerado deterioro, tanto del clima para la inversión privada como del riesgo país, agravado por la pérdida del grado de inversión de Fitch Ratings en marzo de 2024.
Sin embargo, la incertidumbre ha sido una constante en la economía panameña postampliación. En un fenómeno que pudiera describirse como “crecimiento sin confianza”, y según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), entre 2012 y 2024 se duplicó el tamaño del Producto Interno Bruto (PIB) y se generaron unos 252,000 empleos, pero 24,000 trabajadores asalariados privados perdieron sus empleos.
Cuatro de cada cinco nuevos empleos generados en esos 12 años fueron informales y el otro fue un funcionario, financiado a través de préstamos. Nuestra economía crece, pero solo genera informales y funcionarios. Hay demanda, pero no confianza.
La peor catástrofe laboral después de la pandemia
El reciente informe del mercado laboral a octubre de 2024, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), reveló que se perdieron 54,107 empleos formales no agrícolas durante los 14 meses comprendidos entre agosto de 2023 y octubre de 2024, la mayor catástrofe laboral después de la pandemia, directamente relacionada con el repentino cese de la operación minera y la consecuente pérdida del grado de inversión de Fitch Ratings en marzo de 2024.
Se registró un fuerte impacto en el empleo indirecto e inducido generado por la mayor inversión privada en la historia del país, que superó los $10,000 millones, ocasionando reducciones importantes de empleo en toda la economía, en actividades como construcción (-12,701), actividades financieras (-6,021), actividades inmobiliarias (-4,393), actividades administrativas (-3,942) y actividades profesionales y técnicas (-2,568).
Rápido deterioro del riesgo país
Si bien Moody’s y Standard & Poor’s han mantenido su calificación de grado de inversión para la deuda soberana panameña, el riesgo país de Panamá se ha venido deteriorando aceleradamente. Así se desprende del informe Emerging Markets Bond Index (EMBI) elaborado periódicamente por la banca de inversión estadounidense JPMorgan Chase, la más grande del mundo.
En abril de 2022, los bonos panameños eran considerados los terceros más seguros de Latinoamérica, solo superados por los de Chile y Uruguay, ambos con grado de inversión. Sin embargo, en el reporte de diciembre de 2024, el riesgo país panameño cayó al puesto 9, incluso superado por países sin grado de inversión, como Brasil, Paraguay, Guatemala, Costa Rica y República Dominicana, que hoy son vistos como más seguros que Panamá.
Duplicación de la deuda externa y disminución de la inversión privada
La súbita interrupción de $888 millones de compras anuales de la operación minera a otros sectores de la economía ocurrió de manera concurrente con la reducción de $2,405 millones en nuevos financiamientos bancarios al sector productivo, debido al aumento de las tasas de interés, y del flujo de inversión extranjera directa (IED), de $4,835 millones en 2019 a unos $3,000 millones en 2024 (estimado).
En otras palabras, el cierre de la mina y la consecuente pérdida del grado de inversión ocasionó la pérdida de 54,107 empleos formales en 14 meses (agosto de 2023 a octubre de 2024) y la disminución de $5,100 millones de inversión privada en 5 años (2019-2024), al tiempo que la deuda externa aumentó de $26,000 millones a $52,000 millones en el mismo período.
Preocupados por buscar “culpables”, no soluciones
Ante este panorama, la retórica de Trump está dirigida a apelar a emociones y sentimientos, independientemente de la realidad. Pero mucha gente le cree, tanto en Estados Unidos como en Panamá, donde hay algunos más preocupados por buscar “culpables” que por encontrar soluciones a un problema que no entendemos.
Necesitamos liderazgo que nos una. Ya hay suficiente gente dividiéndonos. Los eslóganes, consignas y descalificaciones solo agregan un componente emocional que poco ayuda.