La interrupción de la ayuda humanitaria que Estados Unidos financiaba a través de Usaid, su agencia de cooperación internacional, tendrá un impacto masivo en la lucha contra el sida y puede causar un aumento de hasta el 400% de las muertes relacionadas con esta enfermedad, dijo este viernes la subdirectora de la Agencia de Naciones Unidas sobre el VIH/Sida, Charlotte Sector.
Estados Unidos suministraba hasta ahora el 70% de todos los fondos dedicados a esta causa en el mundo, precisó.
El impacto del recorte se ha rebajado temporalmente por la “excepción” que el Departamento de Estado de Estados Unidos decidió hacer en relación con la lucha contra el sida, una medida que ha sido bienvenida pero que se está aplicando de manera “confusa” en el terreno, indicó Sector.
Casi 20,000 millones de dólares se destinaron en 2023 a la lucha contra el sida a través de todos los canales existentes (desde el nivel internacional hasta el comunitario), 8,000 millones menos que las necesidades establecidas, y del importe que llegó a los beneficiarios el 70% provenía de Usaid.
Sector dijo que, por el momento, la medida excepcional (y provisional, ya que el Departamento de Estado ha encargado un evaluación al respecto) permitirá que 20 millones de personas en el mundo puedan seguir en tratamiento.
Además, hay diez millones de seropositivos que tienen acceso a un tratamiento, según los datos más recientes.
Si los fondos no se restablecen de forma continúa o no se encuentran otras vías de financiación que estén a la misma altura, la responsable en la agencia de la ONU dijo que “6.3 millones de muertes ocurrirán en el futuro”.
“El transporte de los medicamentos, su entrega, el trabajo de los trabajadores sanitarios, todo esto ha sufrido un impacto, y sabemos que la interrupción de servicios será más importantes en los centros sanitarios comunitarios, que han sido centrales en el éxito frente al VIH”, comentó Sector.
Un caso concreto del grave impacto que esta situación tiene en el terreno ha sido la súbita interrupción en Etiopía de los contratos de 5,000 sanitarios y 10,000 empleados a cargo de la entrada de datos, ya que sus sueldos se financiaban con fondos de Estados Unidos.
Además de salvar vidas, los tratamientos para el VIH constituyen un medio de prevención al crear una suerte de escudo que hace mucho más difícil transmitir el virus, por lo que si menos personas reciben medicación surge el riesgo de que la propagación aumente y se pierdan los avances obtenidos con tantos esfuerzos en las últimas dos décadas.