En pleno apogeo previo al Carnaval, Rio de Janeiro sufrió este lunes temperaturas superiores a 40 ºC, mientras las autoridades se preparan para el verano “más caliente de los últimos años” en la ciudad brasileña.
La metrópolis de 6 millones de habitantes alcanzó por primera vez el cuarto de los cinco niveles de alerta de calor establecidos por las autoridades municipales.
Según este sistema implementado en junio pasado, y basado tanto en la temperatura como en la humedad del aire, el nivel 4 se caracteriza por una temperatura de 40 a 44 °C que debería mantenerse al menos tres días consecutivos.
Las autoridades deben poner a disposición de la población lugares climatizados o sombreados y puntos de distribución de agua y recomiendan por ejemplo suspender la actividad física en las escuelas.
El sistema meteorológico Alerta Rio, gestionado por el ayuntamiento, informó de una temperatura máxima de 44 grados en el barrio de Guaratiba, en el oeste de la ciudad, un récord desde el inicio de las mediciones, en 2014.
El récord anterior data del 18 de noviembre de 2023 (43,8 ºC), también en Guaratiba. Fue al día siguiente de que una fan de Taylor Swift falleciera durante un concierto de la cantante estadounidense en Rio, debido a un ‘agotamiento térmico’, según las autoridades locales.
“Se espera el verano más caluroso de los últimos años’, dijo a la AFP Daniel Soranz, secretario de Salud de Rio.
El fin de semana las playas de Rio se llenaron de bañistas que buscaban refrescarse, al tiempo que una importante escuela de samba carioca canceló un ensayo para el Carnaval en Copacabana.
En el centro de la ciudad, Jose Ricardo Rodrigues, un vendedor ambulante de tentempiés, colocó su puesto frente a la entrada de un edificio de oficinas.
“Estoy aprovechando el aire acondicionado del edificio y bebo mucho agua. Hace mucho calor, no aguanto más”, dijo a la AFP.
– El Carnaval se mantiene –
Eduardo Paes, alcalde de Rio, dijo el domingo que no se cancelará ningún evento debido al calor durante el Carnaval, que atrae a un millón de turistas y mueve la economía de la ciudad.
“Pero es obvio que podemos llamar la atención de los participantes para decir: ‘Beban más agua, hidrátense mejor, tomen cuidados…'”, añadió.
En las semanas previas al Carnaval, previsto a finales de mes, la “Ciudad Maravillosa” se desborda con los “blocos de rúa”, comparsas de carnaval callejero que desfilan con música y bailes.
El sofoco se agudiza en las favelas, barriadas de concreto con poca vegetación generalmente ubicadas en colinas, cuyos habitantes están especialmente expuestos a las olas de calor.
En la favela Bateau Mouche, en el oeste de Rio, sus habitantes se refrescaban con mangueras y un periodista de AFP vio a un anciano desmayarse debido a las altas temperaturas.
En enero, más de 3.000 personas fueron atendidas en los servicios municipales de emergencia debido al calor intenso, en particular por casos de quemaduras causadas por la exposición al sol o deshidratación, explicó Soranz.
“Es casi el doble que en años anteriores, cuando esta cifra rondaba entre 1.600 y 1.700”, precisó.
En los últimos años, Brasil se ha visto muy afectado por eventos climáticos extremos, desde inundaciones a sequías e incendios, vinculados por muchos expertos con el calentamiento global. La ola de calor actual afecta otras regiones, como Sao Paulo (sureste).
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